jueves, 30 de septiembre de 2010

cuesta creer


Cuesta creer que hay tantas otras alternativas, pero estamos más cómodos en sentados sobre la rutina, envueltos en una manta de prejuicios que ni siquiera da calor, alímentandonos de odios y respirando el veneno de la estupidez humana.

cambiar lo imposible

Si sigo intentando cambiar el pasado me voy a quedar atrapada en él.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Viajar

 Los viajes son algo así como una puerta por donde se sale de la realidad conocida, para penetrar en una realidad inexplorada que parece un sueño. ¡Una estación! ¡Un puerto! ¡Un tren que silba y escupe su primera bocanada de humo! ¡Un gran vapor que sale lentamente de la bahía pero cuyos flancos se estremecen de impaciencia y que va a a desaparecer en el horizonte, en demanda de nuevas tierras!  
 ¿Quién puede ver esto sin envidia, sin sentir que se despierta en su alma el anhelo de los largos viajes? Se sueña siempre en un país preferido, quien en Suecia, quien en las Indias, éste en Grecia, aquél en el Japón. Yo me sentía atraído hacia el África de un modo imperioso, por la nostalgia del desierto desconocido como por el presentimiento de una pasión que va a nacer. Salí de París el 6 de julio de 1881. Quería ver aquella tierra del sol y de la arena en pleno verano, bajo el calor bochornoso, bajo la furia cegadora de la luz. Todos conocen la magnífica poesía de Leconte de Lisle:

Midi, roi des etés, epandu sur la plaine,
Tombe en nappas d’argent, des hauteurs du ciel bleu.
Tout est tait. L’air flambois et brule san halaine;
La terre est sasoupis en sa robe de feu
.

El mediodía del desierto, el mediodía fulgurante por la arena inmóvil y sin límites es lo que me ha hecho dejar las floridas orillas del Sena cantadas por la señora Deshoulières, los frescos baños de la mañana y la verde sombra de los bosques para atravesar las ardientes soledades.


Cansados


Cuando se está cansado, cansado de un modo mortal, de la mañana a la noche, cansado hasta el punto de no poder levantarse para ir en busca de un vaso de agua, cansado de los rostros que nos son familiares, vistos harto a menudo y que ya nos irritan, cansado de los odiosos y plácidos vecinos, de lo habitual y monótono, de la casa, de la calle, de la criada que viene a preguntar: «¿Qué desea el señorito para comer?» y que se marcha, levantando a cada paso con el tacón el borde deshilachado de las sucias sayas; cansado del perro demasiado fiel, de las manchas inmutables de la pared, de la regularidad de las comidas, del sueño en la misma cama, de cada acción repetida cada día; cansado de si mismo, del timbre de su propia voz, de los actos que se repiten sin cesar, del estrecho círculo de sus ideas, cansado de nuestro propio rostro visto en el espejo, de los visajes que hace afeitándose, peinándose, hay que partir, entrar en una vida nueva y distinta.
AL SOL (Au soleil)
Guy de Maupassant

La vida en la carcel



La vida es tan corta, tan larga, se hace insportable a veces. Transcurre monótona con la muerte por término. No se puede detener, ni cambiar, ni comprenderla. A menudo nos indignamos ante la importencia de nuestros esfuerzos. ¡Hagamos lo que hagamos, moriremos! Sea lo que fuere lo que creamos, pensemos o intentemos, la muerte nos espera. (...) Entonces, nos sentimos anonadados comprendiendo "la eterna inanidad de todos", la impotencia humana y la monotonía de las acciones. Nos levantamos, andamos, nos ponemos de codos a la ventana. Los vecinos de enfrente almuerzan como almorzaron ayer, como almorzarán mañana. Son marido, mujer y cuatro hijos. Hace tres años vivía aún la abuela. Ya no vive. El padre ha variado mucho desde que somos vecinos. Él no lo advierte; parece contento y dichoso. ¡Imbécil! Hablan de un matrimonio, después de una muerte, luego del pollo que comen, que resulta correoso, y por fin de la criada que les sisa. Les preocupan mil cosas inútiles y tontas. ¡Imbéciles! El aspecto del piso en que viven hace dieciocho años me llena de indignación y asco. ¿Esto es la vida? ¡Cuatro paredes, dos puertas, una ventana, una cama, unas sillas, una mesa y ya está! ¡Cárcel! ¡Cárcel! ¡Toda habitación en que se vive mucho tiempo se convierte en cárcel! ¡Oh, huir, marchar! ¡Huir de los sitios conocidos, de los hombres, de los movimientos iguales ejecutados a una misma hora, y sobre todo de los mismos pensamientos!
AL SOL (Au soleil)
Guy de Maupassant

domingo, 26 de septiembre de 2010

cultura montañera



Escalar daba asimismo un sentido de clan. Ser escalador significaba formar parte de una sociedad rabiosamente idealista e independiente, que pasaba inadvertida y era del todo ajena a la corrupción del mundo en general.

La cultura montañera se caracterizaba por una competencia feroz y un machismo sin ambages, pero la mayoría de los escaladores sólo querían impresionarse los unos a los otros. Llegar a la cima de una montaña se consideraba mucho menos importante que la manera de conseguirlo: para ganar prestigio había que ser muy temerario, atacar las rutas más brutales con el mínimo equipo posible. Nadie era tan admirado como el visionario que ascendía absolutamente solo, sin cuerda ni pertrechos.

Mal de Altura - Jon Krakauer

viernes, 24 de septiembre de 2010

Qué me deparará el porvenir

"Bien, Ray -me dije contento-, sólo quedan unos pocos kilómetros. Lo has conseguido otra vez."
Feliz. Solo con mis pantalones cortos, descalzo, el pelo alborotado, junto al fuego, cantando, bebiendo vino, escupiendo, saltando, correteando -¡esto sí que es vida!- Completamente solo y libre en las suaves arenas de la playa con los suspiros del mar cerca y las titilantes y cálidas estrellas, vírgenes de Falopio, reflejándose en el vientre fluido del canal exterior. Y si las latas están al rojo vivo y no puedes cogerlas con la mano, usa tus viejos guantes de ferroviario; con eso basta. Dejé que la comida se enfriara un poco para disfrutar un poco más del vino y de mis pensamientos. Me senté con las piernas cruzadas sobre la arena e hice balance de mi vida. Bueno, allí estaba, ¿y qué?
"¿Qué me deparará el porvenir?"
Entonces, el vino excitó mi apetito y tuve que lanzarme sobre las salchichas. Las mordí por un extremo sujetándolas con el palo por el otro, y ñam ñam, y luego me dediqué a las dos sabrosas latas atacándolas con mi vieja cuchara y sacando judías y trozos de cerdo, o de macarrones y salsa picante, y quizá también un poco de arena.
"¿Cuántos granos de arena habrá en esta playa? -pensé-. ¿Habrá tantos granos de arena como estrellas en el cielo? -ñam, ñam-. Y si es así, ¿cuántos seres humanos habrán existido? En realidad, ¿cuántos seres vivos habrán existido desde antes del comienzo de los tiempos sin principio? Bueno, creo que habría que calcular el número de granos de arena de esta playa y el de las estrellas del cielo, en cada uno de los diez mil enormes macrocosmos, lo que daría un número de granos de arena que ni la IBM ni la Burroughs podrían computar. ¿Y cuántos serán? -trago de vino-; realmente no lo sé, pero en este preciso momento esa dulce Santa Teresita y el viejo vagabundo están derramando sobre mi cabeza un par de docenas de trillones de sextillones de descreídas e innumerables rosas mezcladas con lirios."

jueves, 23 de septiembre de 2010

Charity


"Practica la caridad sin tener en la mente idea alguna acerca de la caridad, pues la caridad, después de todo, sólo es una palabra."

saddest light


Sunset is the saddest light there is.

SLOB

"Hallar la verdad es sólo una parte, lo que haces con ella es lo importa"



Nosotros

Tantas veces hablé de 'nosotros', no sé porqué no me es tan difícil creen que nunca hubo un 'nosotros'.

martes, 7 de septiembre de 2010

Descubriendo la realidad

El desierto es un entorno de revelaciones, un lugar de una genética y una psicología extrañas, de una sensorialidad austera, con una estética abstracta y una historia cargada de hostilidad […]. Sus formas son audaces, incitantes. La mente queda presa de la luz, el espacio, la originalidad cinestética de la aridez, las altas temperaturas y el viento. El cielo del desierto es envolvente, majestuoso y terrible. En otros hábitats, la línea del horizonte se quiebra o se oscurece; en el desierto se funde con la bóveda que está sobre nuestra cabezas, infinitamente más vasta que la que se divisa en las grandes extensiones donde se despliegan campos y bosques […]. En este cielo panorámico, las nubes parecen más compactas y a veces la concavidad de su parte inferior refleja con magnificencia la curvatura del globo terráqueo. La angularidad de las formas terrestres del desierto confiere una arquitectura monumental a las nubes tanto como al mismo relieve […]. Es al desierto adonde se dirigen los profetas y ermitaños, adonde van los peregrinos y exiliados. Es en él que los líderes de las grandes religiones han buscado los valores terapéuticos y espirituales del retiro, no para escapar de la realidad, sino para descubrirla.

PAUL SHEPARD, Man in the Landscape:

a Historic View of the Esthetics of Nature


Reglas del juego


"La vida es una partida y hay que vivirla de acuerdo con las reglas del juego"

Escencial

Dijo que no estaba equipado para la vida porque no tenía sentido del humor.

El gran problema

Ese es el gran problema. Nunca puedes encontrar un lugar que sea agradable y tranquilo, porque no existe. A veces puedes pensar que sí existe pero una vez que estas allí alguien se acerca sigilosamente y escribe -jódete- en tus propias narices.

lunes, 6 de septiembre de 2010

ReaL Love

 All the little girls and boys
playing with their little toys
all they really needed from you
was, maybe, some love
all the little boys and girls
living in this crazy world
all they really needed from you
was, maybe, some love.
Why must we be alone?
why must we be alone?
it's real life
yes, it's real
I don't expect you to understand
the kingdom of heaven is in your hands
i don't expect you to wake from the dream
too late for crying, now, that it seems
All their little plans and schemes
ain't nothing but a bunch of dreams
all you really needed to do
was, maybe, some love
 all they really needed from you
was, maybe, some love.

viernes, 3 de septiembre de 2010

JL

No necesitas una espada para cortar dos flores.
John Lennon 


No tengo nada interesante que ofrecerle a tu vida.

Seguis acá


Suelo trazar paralelismos entre la lluvia y la tristeza. Y probablemente hoy es una madrugada en la que me haría muy bien escuchar tu voz. Revivo tus palabras... Tratando de encontrar en esos viejos recuerdos alguna respuesta. La lluvia no le deja lugar al silencio y el frío se hace sentir. Ya sé que me aconsejarías en momentos como este. Puedo ver tu sonrisa de 'yo sé todo' y tu explicación de 'lo sencillas que son las cosas'. Me decís que es el momento de tomar decisiones. Y mis facciones de la cara toman forma de fastidio reprochándote que no es tan fácil como parece. Me regalás otra perfecta sonrisa y la romperías diciéndome "Soledad, es momento de crecer, tomar decisiones, equivocarte... vivir. Sólo así se puede crecer". Mis mirada se desvía a esa foto que tomaste 5 años atrás. Parece que está ahí para recordarme que ya no estás. Que estupidez! Sí estás. Lejos... pero estás. Enseñandome, evitando que me caiga, o disminuyendo el dolor de cada golpe que recibo. Sinceramente te admiro, y lo voy a hacer hasta mis últimos días. Te amo. Mucho. Y el que ya no estés acá no va hacer que deje de amarte.