jueves, 27 de junio de 2013

Me enseñó.
Me enseñó con sus manos.
En su boca vi el cosmos.
Y viajé por ahí.
Viajé por sus ojos.
Llegué a la locura.
Me enseñó a morir.
Me enseñó a revivir
en cada risa.

Podemos ver el desastre que hiciste en mi vida con tan poco. Y vos ahí, totalmente ajeno del caos. Ajeno de mundo también. El tiempo pasa y tu silencio me sangra. No importa. Ya que todo nada en la mierda, limpiemos el desastre, vos hacé la música que yo hago tu poesía.