Convencidos de su locura, los normales van de calle en calle exhibiendo sus virtudes, logros y pertenencias. No se dan cuenta, pero caminan hasta las tumbas convencionales, porque no conocen el camino a la eternidad.
lunes, 26 de noviembre de 2012
viernes, 16 de noviembre de 2012
La más clara alegría
La más clara alegría
es el cese de un gran sufrimiento.
Cuando la campana de hierro se quita de la cabeza,
cuando el clamoroso choque se apacigua en los nervios,
cuando el cuerpo se desliza libre
como la carnada del anzuelo
y el pútrido aire de la ciudad
empieza a bullir en los pulmones.
La luz resbala en miel sobre los ojos.
El austero techo se vuelve merengue.
El cuerpo se desenreda, se despliega
prodigiosamente vacío como un lirio.
Respirar es bailar.
Muda y enteramente
como la albahaca en la ventana
levanto la nariz al sol.
es el cese de un gran sufrimiento.
Cuando la campana de hierro se quita de la cabeza,
cuando el clamoroso choque se apacigua en los nervios,
cuando el cuerpo se desliza libre
como la carnada del anzuelo
y el pútrido aire de la ciudad
empieza a bullir en los pulmones.
La luz resbala en miel sobre los ojos.
El austero techo se vuelve merengue.
El cuerpo se desenreda, se despliega
prodigiosamente vacío como un lirio.
Respirar es bailar.
Muda y enteramente
como la albahaca en la ventana
levanto la nariz al sol.
Esperando
Estoy esperando.
En los bancos, en los rincones
de las salas de espera de la tierra,
junto a árboles cuya savia sube y sube
a escapar en las hojas grises y perderse
en el último aire.
Esperando
al que por fin llegue,
tarde, perdido, el siempre
anhelado, caminando
no por mi calle sino cruzando
la esquina donde espero.
poema de amor
(...)
Pero vos-
vos me das
el destello dorado del sol
en la medianoche
del cuerpo,
el calor de un mediodía de otoño
entre las sábanas nocturnas.
a él, otra, otra, otra vez...
Aprendiendo a vivir
con la idea de distancia.
Sabiendo que puedo amarte
y no tocarte.
Satélite, como la Luna.
Te veo, te admiro,
te escribo, te amo...
Sin tenerte.
A futuro, en soledad
quizás te toque la esencia
en un viaje a los valles.
A futuro, en soledad
quizás te bese las ideas
en el camino al sur.
Como peones de ajedrez
el Universo y la trampa,
nos mueve para aquí y allá
tengo un sueño del Ser:
que nos convierta en alfiles,
en damas, en caballos,
para andar de árbol en árbol,
de ruta en ruta,
de valle a valle,
de Luna a Luna,
y llegar al manantial
al fenómeno que da origen
corriente de agua que es vida
y así derramar las luces,
tu luz, mi luz...
una sobre otra,
para así Ser: la Luz.
con la idea de distancia.
Sabiendo que puedo amarte
y no tocarte.
Satélite, como la Luna.
Te veo, te admiro,
te escribo, te amo...
Sin tenerte.
A futuro, en soledad
quizás te toque la esencia
en un viaje a los valles.
A futuro, en soledad
quizás te bese las ideas
en el camino al sur.
Como peones de ajedrez
el Universo y la trampa,
nos mueve para aquí y allá
tengo un sueño del Ser:
que nos convierta en alfiles,
en damas, en caballos,
para andar de árbol en árbol,
de ruta en ruta,
de valle a valle,
de Luna a Luna,
y llegar al manantial
al fenómeno que da origen
corriente de agua que es vida
y así derramar las luces,
tu luz, mi luz...
una sobre otra,
para así Ser: la Luz.
1° DE SEPTIEMBRE DE 1969, 3 A.M.
(Para Kenneth Rexroth)
Viento tibio, las hojas
crujiendo sin sequedad,
colinas disueltas en plata.
Podría ser cualquier época,
cuatrocientos años atrás o un momento
de paz post-revolucionaria,
los ríos limpios otra vez, la tasa de natalidad y las cosechas
en equilibrio, de algún modo…
En el rocío denso
bajo la luna el pasto rubio
se tuerce en bandas sobre la ladera. Con fervor
los grillos practican su religión de éxtasis.
jueves, 8 de noviembre de 2012
puente
Aunque pienses que vivir es temer
y yo que vivir es sufrir,
todavía disfruto de esas vueltas;
vueltas que damos sobre la mente.
Sacame a pasear en un pensamiento
vayamos de viaje en una idea.
Puedo ayudarte a cruzar el puente
ese que cuelga sobre el mar
si caemos prometo volverte a la vida
entre poemas y melodías.
*
arden en la piel las palabras
(a Él) (otra vez)
Disculpa por mi escasa claridad,
es la limitación de este lenguaje.
Quema nuestra comunicación
arden en la piel las palabras,
las dichas, las calladas.
No me pidas que renuncie
no podría hacerlo aunque intentara.
Es una necesidad,
lo pide el cuerpo, lo pide el alma.
Tus ojos, los encuentros,
el ajedrez, la cerveza caliente,
los hermanos, los balcones,
los colectivos, la casualidad,
el pasado, el Universo,
las lenguas, los enigmas,
las soledades, el humo del porro,
el espejo, la pintura,
la poesía, vos, y mis reacciones.
¿Amores cobardes?
Qué esperás para aplicar dinámica.
Somos inmensos para la cobardía.
Sh, mirá sin mirar, te amo sin tocarte.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
184º CORO
"Los hombres temen olvidar
su propia mente,
temiendo caer por el vacío
sin nada a qué aferrarse.
No saben
que el vacío
no es realmente vacío
sino el reino real
del Dharma" -
Guau, pensé al leer eso,
cuando empiece a caer
en ese pozo inhumano
de la mareada muerte
sabré (si
soy lo bastante inteligente para recordarlo)
que todos los negros
túneles del odio
o del amor por los que
caigo, son
realmente radiantes
eternidades acertadas
para mí
Juegos
Un juego, distinto, pero juego al fin. No era mi improvisación en el ajedrez, ni tu destreza en cualquier actividad que requiera el uso del intelecto. Creí haberte dicho que no me miraras a los ojos mientras jugábamos, pero ahí estabas... como siempre. Haciendo todo lo que te dije que no hagas, con tal de marginarme de mi seguridad. Aún así, tenías una ingenua sonrisa y en ese momento decidí mudarme ahí, a tu cara. Ya no necesitaba que me abrumen las montañas, ni que me calme el agua que corre entre las piedras. Ni el abrigo de un cielo nocturno manchado de estrellas lejos de la ciudad, tampoco una exhausta caminata por una virgen pradera. No necesitaba nada de eso, porque tu cara se convirtió en mi paisaje. El tiempo, el futuro, qué importa. Si el presente era como un jaque mate ante cualquier medida de tiempo. Podía sentir cómo la humanidad entera confundía el placer con la felicidad, o la tristeza con la falta de placer y nos confundiámos entre el rebaño de sujetos que caminan hasta las tumbas, y no parecía importarnos. Callaste mi mente pero de repente me encontraba con el alma echa un mapa de rutas que desembocaban en tu cara.
Al borde del agua
La gente en su soledad
en su sueño de amor
o en su falta de amor
baja siempre
al borde del agua
por la noche
Su flujo apacigua el espíritu quebrado
torturado del hombre
Sus pensamientos se mezclan dulcemente
con la corriente
y abandonan el cuerpo
a la tranquilidad.
El agua es la gran amiga
del espíritu
su consoladora
la que aporta la paz
Fluir
fluir
fluir siempre
Arrojad un palo
y se va
arrastrado hacia las grandes entrañas
Arrojad un cadáver
y se va
arrastrado mar adentro
Arrojad vuestra pena
vuestro pesar
vuestro tormento
el agua arrastra todo
Nada más que fluyendo
sin fin ni tregua
El río jamás dice no
al hombre
Acepta todo
imparcialmente
con serenidad
Es el mantenedor del movimiento
Dice sí, sí, sí
todo el tiempo
Dice sí
incluso cuando se pierde en el mar
en torbellinos sin fin
lunes, 5 de noviembre de 2012
las olas rompen
4 de marzo de 1997 (Poema leído en el funeral de Allen Ginsberg)
Allen Ginsberg se está muriendo
dicen los periódicos
los noticieros
Un gran poeta está muriendo
Pero su voz
no morirá
Su voz está en la tierra
En Lower Manhattan
en su propia cama
está muriendo
No podemos
hacer nada
Está muriendo la muerte que todos mueren
Está muriendo la muerte que mueren los poetas
tiene un teléfono en la mano
y desde su cama en Lower Manhattan
llama a todos
Tarde en la noche
en todos los lugares del mundo
el teléfono suena
“Habla Allen”
dice la voz
“Habla Allen Ginsberg”
Cuántas veces han escuchado esa voz
en todos estos grandes años
No tendría que decir “Ginsberg”
En todo el mundo
en el mundo de los poetas
solamente hay un Allen
“Quería decirte” dice
Les dice lo que sucede
lo que se le viene
encima
La muerte la amante oscura
se le viene encima
Su voz viaja vía satélite
sobre la tierra
sobre el mar de Japón
donde un día él se alzó desnudo
tridente en mano
un hombre joven de barba negra
como un joven Neptuno
de pie en una playa de piedras
Hay marea alta y las aves marinas lloran
Las olas rompen contra él
y las aves marinas lloran
en la costa de San Francisco
Sopla un viento fuerte
hay olas enormes
azotando el Embarcadero
Allen está en el teléfono
su voz está en las olas
Yo leo un libro de poesía griega
en donde está el mar
y los caballos lloran
donde los caballos de Aquiles
lloran
aquí junto al mar
en San Francisco
donde las olas lloran
Hacen un sonido sibilante
profético
Allen
susurran
Allen
La propia voz de la vida como la escuchó
Walt Whitman
una risa suave salvaje
que aún debe ser liberada
del procesador de palabras
de la mente.
Y yo soy el cronista de un periódico
de algún otro planeta
que ha sido enviado a describir la vida
en el planeta tierra
a contar las historias
de qué Cuándo Dónde Cómo y Por qué
…"
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