miércoles, 7 de noviembre de 2012

Al borde del agua




La gente en su soledad
en su sueño de amor
o en su falta de amor
baja siempre
al borde del agua
por la noche
Su flujo apacigua el espíritu quebrado
torturado del hombre
Sus pensamientos se mezclan dulcemente
con la corriente
y abandonan el cuerpo
a la tranquilidad.
El agua es la gran amiga
del espíritu
su consoladora
la que aporta la paz

Fluir
fluir
fluir siempre
Arrojad un palo
y se va
arrastrado hacia las grandes entrañas
Arrojad un cadáver
y se va
arrastrado mar adentro
Arrojad vuestra pena
vuestro pesar
vuestro tormento
el agua arrastra todo
Nada más que fluyendo
sin fin ni tregua

El río jamás dice no
al hombre
Acepta todo
imparcialmente
con serenidad
Es el mantenedor del movimiento
Dice sí, sí, sí
todo el tiempo
Dice sí
incluso cuando se pierde en el mar
en torbellinos sin fin

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