domingo, 27 de marzo de 2011

montañas negras de cosas calladas

Meto las palabras entre los espacios en blanco de esta hoja, sólo para que mueran acá. Las dejo caer como la ceniza sin vida de aquel cigarrillo que se perdió en el suelo de aquella noche. Te perdí en el camino hace un tiempo atrás, y no tengo ganas de volver mis pasos hasta encontrarte.
Buscaste otra ruta, bien por vos. Dejame tener mi visión, no me invadas, no podés hacerlo. Acumulé mucha basura en mi cabeza, montañas negras de cosas calladas... no las quiero, podés reciclarlas, pero ya no me pertenecen.
Y hablando del tema... vos no pertenecés a ese lugar. ¿Qué hacés ahí? Jugando a ser quién no sos, con una máscara que oculta al monstro. Quisiera liberarte, pero no asunto mío. Te suelté la mano, te dejo ir. Ojalá entiendas que por más disfraces que te pongas, siempre se te ve el color de tu escencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cigarrillo, otra palabra clave, le estás escribiendo a santiago? JAJAJAJA