lunes, 24 de septiembre de 2012

BUDA


Acostumbraba sentarme bajo los árboles y meditar
acerca del encendido silencio de la oscuridad, su brillo de diamantes
y de la brillante imagen de los diamantes en el espacio
y del espacio rígido de luces y los diamantes disparados atravesándolo
y el silencio


Luego cuando un perro ladró creí que eran ondas de sonido
y también automóviles que pasaban, y una vez oí
un avión a reacción que confundí con un mosquito en mi corazón,
y una vez observé muros color salmón, rosados y de rosas
moviéndose y aullando en los cortinados de la noche


Alguna vez perdoné a los perros, y sentí lástima por los hombres,
me senté bajo la lluvia contando las cuentas de un collar mágico,
las gotas de lluvia son el éxtasis, el éxtasis es una gota de lluvia
-los pájaros duermen cuando los árboles entregan su luz durante la
 noche,
los conejos duermen también, y los perros


Yo poseía un sendero que podía seguir a través de los bosques de
 pinos
y un perro de caza, blanco, fosforecente, llamado Bob,
que me guiaba cuando las nubes cubrían las estrellas
y luego me comunicaba los sueños de un perro amante enamorado de Dios


Los sábados por la mañana yo estaba ahí, bajo el sol,
contemplando el límpido aire azul, mientras los ojos
de los Llaneros Solitarios penetraban el polvo
del desfiladero de mis pensamientos, y los indios,
y los niños, y las películas


O los sábados por la mañana en China cuando todo es tan claro,

cristalinas imaginaciones de lagos prístinos, conversación
con las rocas, caminatas con una mochila a través de las Mongolias
y de las silenciosas rocas templos en los valles de grandes peñascos
y de arcillas lavadas en el pequeño lago -shh-,
sentate y meditá

Y si los hombres estuvieran muriendo o durmiendo
en tejados inalcanzables, si los sapos croaran
una o varias veces para señalar la suprema majestad mística
¿cuál es la diferencia? yo he visto el firmamento azul,
no es diferente de un gato muerto -y el amor y el matrimonio

No son diferentes del barro -eso es la sangre-

ni de la arcilla encendida -rostros de ángeles en todos lados
iluminados inteligentes, con la ansiedad de Dostoievski
orando en sus caras de ceños fruncidos,
torcidas y grandiosas

Y en muchas ocasiones a la medianoche el Buda

agitó una hoja sobre mí en el momento de la meditación
para recordarme "Esta meditación se ha detenido",
efectivamente así había sucedido pues allí no había pensamiento
yo no me hallaba líquidamente misteriosamente cerebralmente allí

Y finalmente me transformé en un diamante
y me senté rígido y dorado, el oro asimismo,
no osaba respirar, para romper el diamante
que de todos modos no puede cortar un pan de manteca,
qué frágil y quebradizo es el diamante, con qué velocidad regresó el pensamiento-

Es imposible existir
Buda dice:
"Todo es posible"


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