Desde los tiempos infinitos y hasta el eterno futuro
el hombre ha amado a la mujer sin decírselo
y Dios los ha amado ambos sin decírselos tampoco,
y el vacío no es vacío porque no hay nada que vaciar.
¿Estas ahí señor de las estrellas?
La lluvia que rompe mi tranquilidad empieza a disminuir…
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