miércoles, 16 de febrero de 2011

El jazz se suicidó
Pero no dejó suicidarse a la poesía

No temas
al frío aire nocturno

No escuches a las instituciones
cuando devuelvas manuscritos
a la arenisca .

No saludes & no pelees
por los pioneros de Edith Wharton (...)
& si alguien te da perlas
juju, judío, o cualquier otro,
duerme con ellas alrededor del cuello

Tus sueños serán mejores

No hay lluvia
no hay yo,
Te lo digo, tío
Seguro como la mierda

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