martes, 21 de diciembre de 2010

Cartas con destino al cielo I

Dios, Jesus, Universo, Buda, Alá, Perfección o Papá:

Escribo una carta y la mando al cielo suponiendo que alguno de ustedes la recibirá. Quería hablar un poco del presente y no encontraba la persona o cosas adecuada para hacerlo pero en fin, acá voy.
Otra vez es fin de año. Y el año no es lo único que se acaba. La década también. Por más que muchas cosas van quedando atrás hay otras que parecen que están para quedarse. Pareciera que algunos actos se hicieron costumbre en las sociedades occidentales. Tengo una duda. Las personas que no siguen esas costumbres, ¿tienen que pedir perdón?
Quisiera saber en qué parte de la historia se perdió el respeto por los demás. O la falta de consideración. Esto es terrible. Y no quisiera abarcar el tramo correspondiente a los derechos del individuo, porque ese tramo está en falla desde el mísmisimo día que se crearon las constituciones.
Todo me lleva a pensar que el hombre está creando alguna máquina que se 'ponga en el lugar del otro' porque mucho interés en realizar este simple acto no tiene.
Pá... fuiste lo más perfecto que pude conocer, y trato y trato de no medir a las personas con tu escala moral. Y por más que lo logro sus almas parecen tan sucias. Lastimar y mentir se hizo un hábito hoy en día. Y la sangre derramada con cada herida se festeja como si de agua bendita se tratara. Dios, Pa, Buda, ¿alguien me escucha ahí?. Yo no quiero ser así. Pero no ser así implica que viva marginada de la sociedad, encerrada en mí misma, y ese lugar, debo decir... es tan solitario.
¿Qué puedo pedir para esta Navidad? Un poco de paciencia, algo de tolerancia, y sobretodo coraje para poder ver al mundo caerse y no asustarme e irme con él.

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