domingo, 24 de octubre de 2010

301

La regla escencial que encabeza la biblia de las buenas personas es dar sin importar recibir algo a cambio. Pero cuando crees que pasaste gran parte de tu vida dando, y nunca recibiste algo, en su defecto sólo recibiste paupérrimas porciones de agradecimiento que no pueden  siquiera saciar el minúsculo estómago de una hambrienta hormiga algo anda mal. O el mundo que te rodea está lleno de miserables invidentes, o fuiste un idiota toda tu vida. Tiempo de elegir.

No hay comentarios: