miércoles, 17 de octubre de 2012

Quieto, silencio.



Vine a negociar.
No te mendigo amor,
sólo vine a buscar inspiración.
Quieto, silencio.
Sin moverte,
sin hacer nada.
No es necesaria la reciprocidad.
Vine a regatear,
o es sólo una inocente excusa.
No te pido nada,
sólo que tu existencia perdure.
No busco nada porque ya te encontré.
Quieto, silencio.
Dejame perderme en tu pelo
que es como un laberinto,
al igual que tus ideas.
Dejame perderme en tus silencios
que son como signos de interrogación
que salen del arma como balas.
Dejame perderme.
Quieto, silencio.

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