sábado, 25 de agosto de 2012

finales XVIII

 Él siempre se va sin haber llegado jamás.
Otra noche plateada en soledad.
Es este eterno panorama que no cambia más.
Y aunque quieran vender dolor no podría comprarlo.
Me parece que nos olvidamos del amor.
Pero hay algo flotando acá abajo del cielo.
Y por más que me pierda en el mismo camino,
puedo sentir qué sentís,
mientras vos hacés silencio
y yo me prohíbo prohibir.
Esta historia llegó a su final,
pero sabemos que jamás comenzó.
Sin embargo mañana se repetirá de nuevo.
Como una vieja y eterna canción.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola.. la verdad es que no te conozco, y soy sincero al decirte que no he llegado acá por tu poesía, más bien he llegado acá por la imagen que utilizaste para este escrito en particular.
Soy chileno, 20 años, y hace un rato ya que llevo buscando respuestas a esa imagen e internet me trajo hasta acá; quisiera que pudieras decirme lo que sabes de esta imagen (si es que sabes algo). Te lo agradecería montón... quisiera contarte mis motivos para mi petición, pero es una historia un poco fuera de lugar, quizá demasiado irreal para escépticos.


A propósito, lindos escritos.
(borismolina.h@gmail.com)