Voy a amarte esta noche también, y negarlo cuando el sol pinte con su claridad esta calle. Toda realidad desemboca en tus ojos, pero no hay camino directo que me lleve ahí. No sé si comprar un pasaje a tu vida o dejar que el viento nos sople y ubique. Renovando y reviviendo cosas viejas encontré el tiempo que nunca termina. Me compartiste tu eternidad y eras luz. Y yo sólo tengo silencio. Perdón. Espero que ese bálsamo que llaman amor tape los agujeros que creamos mientras dejamos las bocas cerradas, y que derrita esas murallas infinitas con las que me vestí para estar preparada para los tiempos de dolor. La próxima vez no te olvides la llave que me abre.
Las miradas siempre testigo.
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