martes, 13 de septiembre de 2011

Quién sabe, Dios Mio, pero el Universo no es un vasto mar de compasión, no es la genuina miel bendita, bajo este espectáculo farandulero de personalidad y crueldad. Quién sabe si no se trata de la soledumbre de la unicidad de la esencia de todo, la soledumbre de la presente unicidad de lo innato en la esencia nonata del todo, nada de la verdadera y pura infinitud, ese gran potencial hueco que puede darle brillo a cualquier cosa que quiera desde su pertrecho, esa beatitud flamígera, ¡El Mattivajrakaruna Diamante Compasivo Trascendental! Yo quiero hablar por las cosas. Hablo por el crucifijo; por la Estrella de Israel, por el hombre mas sublime que haya existido quien fue un alemán (Bach). Hablo por el dulce Mahoma; por el Buda, por Lao Tsé y Chuang Chou. Hablo por D.T. Suzuki… ¿por qué voy a atacar lo que amo en la vida? Esto es beat ¿Amas a tu vida?; ámala en este momento. Cuando te llegue el aliviane ya no estarás en una simple casa de cristal , sino que tu carne será de cristal.

No hay comentarios: