miércoles, 9 de marzo de 2011

Puedo entender a la perfección tu rol en esta sociedad, tu papel bajo este techo, tu forma de ser en la vida. Yo puedo entender porque la naturaleza (y no vos) me dio la capacidad de entender y aceptar. Entender debería ser tarea cotidiana no sólo para una madre sino para un humano. Y nada más quisiera en este mundo que escondas tu orgullo, que dejaras las mentiras de lado, y que escuches a todo aquel que no piensa igual que vos. El hecho de estar arriba mío con la experiencia, o de tener un rol más elevado no te da el derecho de quitarme el derecho a mi. El derecho a disentir, a hablar, a ser escuchada. Creo que no lo merezco. Y que nos separen unos largos 25 años no significa que lo que yo diga siempre caiga en el error, y lo tuyo sea la pura y abolsuta verdad. Te conozco.

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