jueves, 12 de agosto de 2010

Somos un millon de infelices camuflados entre sonrisas

No nos damos cuenta que hay un mañana, para poder hacerlo mejor. Siempre deseando vivir cómodos y dejar satisfechos a los demás. Siempre evitando que el mundo conozca el llanto ajeno, y escondemos el nuestro entre las sábanas de la cama. Creemos que podemos con todo, pero algo de arena se escapa entre nuestros dedos. Nadie se da cuenta lo que somos realmente. Humanos, con el derecho de hacer mal muchas cosas, y con la capacidad de arreglarlo todo después. Somos un millón de infelices camuflados entre sonrisas.

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