domingo, 7 de febrero de 2010

Señor Dolor... Gracias.

Qué sería de la especie humana (sólo algunos pocos, claro), sin el dolor?. Es el sufrimiento aquél que nos dice cuando madurar y cuando cargar la mochila en la espalda. El dolor golpea la puerta de tu casa, te golpea, se queda a tu lado hasta verte quedar seca de lágrimas, y cuando menos los esperás… se va. Y qué podés hacer? Insultarlo? Odiarlo? Error. No notás algo nuevo? Mmm. Mierda! El dolor además de hacerme sentir dolor ME ROBÓ. ME ROBÓ EL PAÑUELO QUE CUBRÍA MIS OJOS. Pero… porqué estás enojada? Porque siempre me roba algo!. Pero no te sentís mejor ahora?...

Un par de meses más pasaron, y mierda que se siente increíble vivir sin hipocresía y pañuelos disfrazando la realidad. Ser tan distinta, o estar tocada por la absurda varita mágica es vivir en el paraíso.

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