viernes, 29 de enero de 2010

mensaje para el Sr. Mundo

(y con Sr. Mundo no me refiero al mundo en sí, sino a aquellos que habitan en él y todavía no lo saben)
Atardecía en la cuidad y yo no sabía que estaba haciendo en ese lugar. Las voces ajenas no lograban captar mi atención porque me encontraba bajo la hipnosis de aquellos pequeños pájaros danzando en el cielo violeta. Otra vez esa sensación, la de perder el tiempo poniendo fingiendo interés sobre las trivialidades que comentaban aquellos. Yo no quería estar ahí y la libertad de aquellos pájaros me empezó a parecer envidiable. ¿Porqué seguir preocupándome por el mundo si el mundo no parece estar muy interesado en mi? Es tan triste. Las personas solemos cambiar mucho. Así que Sr. Mundo, acá va mi cambio: Ya nadie me importa.  

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