domingo, 11 de octubre de 2009

Rayos de luz.


Muchas noches son las que paso sin dormir porque lo único que puedo hacer es recordar cada momento que pasé con vos. Tengo miedo a olvidarme algo, a no recordarlo jamás... pero creo que eso es algo imposible. No sé porqué, pero siempre que pienso en vos siento una magia que hace que lleguen a mi mente detalles de días soleados que creía haber olvidado, y que estaban ocultos en algún rincón de mi mente. Sos mi inspiración, sos mi paz. Y cuando mi día parece nublado, sólo tengo que ponerme cerca de tus letras, y sentir que fuiste real, y que lo seguirás siendo siempre... en mí. Pienso en vos, y las nubes desaparecen. Siempre me dijiste que la vida es complicada, y basta con recordar cómo fue la tuya. Pero fuiste tan feliz a tu manera, porque siempre supiste buscar luz en donde no la había, y cuando algo parecía imposible... soñabas tanto, y te esforzabas demasiado hasta conseguir que eso fuera algo auténtico y real. Así eras vos. Y siempre hacían incapié en dos cosas, primero, en que los que ya no estaban viven en los que quedan. Segundo, libertad. Esa palabra acompaña cada línea de tus canciones y cada aspecto de tu vida. Así eras vos. Libre. Y nuestra última charla fue sobre la libertad. Y el último mensaje que me mandaste... más libertad. Fuiste mágico, y lo serás siendo, porque cada vez que empieza mi vida nublado, vuelve la magia, me llena por dentro, y las nubes desaparecen. Y sale el sol de nuevo. Eso sos ahora. Ahí estás, en los rayos de sol que queman mi piel. Pero también estás en el viento, estás en el sonido de la guitarra, estás en el brillo de las estrellas, estás en el brillo de los ojos de las muchachas que son tu sangre, estás cuando me miro al espejo, estás en mi rostro, en mis venas, en mi sangre, estás. Nunca te voy a olvidar. Gracias por enseñarme todo, y cada una de las cosas que hoy sé. Gracias por seguir enseñándome aún estando un poco lejos. Te amo papá.
21/02/1960 - 22/03/09 Eternidad.

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