viernes, 25 de septiembre de 2009

Si no te gusta podés cambiarlo

Sinceramente no entiendo al amor. No puedo entender como las personas derrochamos horas de obsesivo pensamiento en otras que simplemente no saben que existimos. No entiendo porqué, sabiendo que duele tanto, caemos enamorados de aquellos que inconscientemente sólo tienen ignorancia para darnos. No entiendo ese sentimiento enfermizo. No puedo entenderlo, pero puedo aceptarlo. No es justo, pero lo acepto. Puedo ver la otra cara del asunto. Sabes a que me refiero. Transformar ese dolor y sufrimiento y convertirlo en inspiración, de esa que pacifica y purifica el alma. Aquella paz a la que sólo tienen acceso quienes renuncian al sentir enfermizo aprovechando las noches solitarias para la composición de una dulce melodía evitando las lágrimas del desaliento. Ya no quiero caer, ya no quiero quebrarme. No importa todo el tiempo que gaste pensando en vos… me hace bien. Me haces sentir bien, aunque no lo sepas. Encendes mis días e inspiras mis noches. No creo estar tan rota para decir que le das sentido a mi vida, porque no es así. Pero te considero el directriz de mi camino. Por lo menos por ahora.

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